La insuficiencia renal crónica es muy común en animales de compañía. La enfermedad tiene un curso progresivo pero la modificación dietética y los agentes farmacológicos pueden mejorar la calidad y cantidad de vida. El manejo consiste en proveer un soporte nutricional, tratar la hipopotasemia y acidosis metabólica, reducir la proteinuria, mantener la hidratación, disminuir la retención de toxinas (p. ej. compuestos nitrogenados), evitar otros daños renales, mejorar la anemia, minimizar el hiperparatiroidismo renal secundario y la hiperfosfatemia, y reducir la hipertensión si la hay. Una monitorización regular es esencial dada la naturaleza progresiva de la enfermedad.