El estudio se diseñó para probar la teoría de que la distensión gástrica que se produce durante las comidas induce saciedad en perros y para determinar si la composición nutricional de la comida era importante. Se administró una dieta líquida a perros con fístula gástrica, duodenal y esofágica hasta que se saciaron y se midió el volumen consumido y el tiempo que tardaron en consumirlo. La distensión se produjo durante la falsa alimentación con infusiones de nutrientes líquidos, líquidos inertes (karaya) o con un balón lleno de agua. Los resultados revelaron que la distensión causada por balón, líquido inerte y nutrientes inhibieron la falsa alimentación de forma dependiente de la dosis. Los distintos grados de distensión gástrica, parecidos a los observados durante la ingestión de una comida normal, produjeron una supresión gradual de la ingestión de alimentos mediante un mecanismo no colinérgico y de forma independiente de las propiedades nutricionales del alimento.