Se ha propuesto que las dietas más ricas en proteína, más similares a la "dieta natural" del gato, pueden ser beneficiosas en la prevención y tratamiento de la obesidad. La investigación en seres humanos sugiere que las dietas ricas en proteínas pueden ayudar a controlar el peso debido a sus efectos sobre la saciedad, el gasto de energía y la masa corporal magra. Los datos en gatos confirman que las dietas ricas en proteínas tienen efectos positivos en los planes de pérdida de peso para gatos y en la prevención de la recuperación del peso. Sin embargo, actualmente no existe evidencia que las dietas altas en proteína administradas ad libitum puedan ser útiles para la prevención de ganancia de peso debido a una disminución de la ingestión voluntaria de energía o porque se incremente el gasto de energía.