Se sabe que aunque el color del pelo derivado de la melanina es genético y se ve afectado por factores ambientales, se ve influenciado por la concentración de aminoácidos en la dieta. En animales en crecimiento, la demanda de tirosina es muy superior. En este estudio, dos grupos de 12 perros Labrador negros recibieron concentraciones dietéticas distintas de Phe y Tyr (5,6 frente a 3,5 g/Mcal) durante 24 semanas y se evaluaron los pigmentos del pelo cada 8 semanas. Después de 4 meses de una ingestión incrementada, los perros adultos mostraron una pigmentación menos amarilla de su pelo, y después de 6 meses, menos color rojo, con una mayor pigmentación oscura global.
La intensidad del color negro en el manto de los perros se incrementa con tirosina extra
Watson A., et al.