La diabetes mellitus canina y felina (DM) tienen factores causales del entorno y genéticos. La DM tipo 2 es la forma común en gatos. Los gatos Burmés están predispuestos (probablemente por factores genéticos) y los factores de riesgo ambiental en todas las razas incluyen la edad avanzada, obesidad, sexo masculino, esterilización, determinados fármacos, comportamientos sedentarios y vivir únicamente en interiores. Las dietas ricas en hidratos de carbono incrementan los niveles de glucosa e insulina y pueden predisponer a los gatos a sufrir obesidad y DM. Las dietas bajas en hidratos de carbono y ricas en proteína pueden ayudar a prevenir la diabetes en gatos en situación de riesgo. También hay evidencias de los factores de riesgo tanto genéticos como ambientales para el desarrollo de DM en perros. Al menos un 50% de los perros diabéticos tienen DM tipo 1 (causad por la destrucción inmunomediada de las células beta). Alrededor del 28% de los casos están causados por un daño pancreático extenso secundario a pancreatitis crónica. Se ha vinculado a las dietas ricas en grasa con la pancreatitis pero no hay datos publicados que demuestren que la obesidad sea un factor de riesgo para la DM canina o que existe una DM tipo 2 manifiesta en perros. La DM que sufren las perras gestantes o las que están en diestro es muy similar a la DM gestacional humana.