La malnutrición es común en pacientes humanos con insuficiencia hepática terminal y encefalopatía hepática asociada, y se sabe que afecta a la calidad de vida, resultado y supervivencia. Muchos factores contribuyen a la malnutrición asociada a insuficiencia hepática. Se incluye la ingestión inapropiada de energía, malabsorción, incremento de las pérdidas de proteína, hipermetabolismo, resistencia a la insulina, sangrado gastrointestinal, ascitis, inflamación/infección e hiponatremia. Los pacientes en riesgo de malnutrición son relativamente difíciles de identificar porque la enfermedad hepática puede interferir en los biomarcadores de malnutrición. Los pacientes con insuficiencia hepática terminal pueden beneficiarse del suplemento de la dieta con aminoácidos, antioxidantes, vitaminas y probióticos.