Este artículo resume los 3 probables motivos por los que el cerebro solo utiliza muy poco los ácidos grasos ricos en hidrógeno como combustible: (1) La generación de ATP vinculada a la betaoxidación de ácidos grasos requiere más oxígeno que glucosa, por lo que se incrementa el riesgo de que las neuronas sufran hipoxia; (2) la betaoxidación de los ácidos grasos genera superóxido, que junto con la deficiente defensa antioxidante de las neuronas causa un estrés oxidativo intenso; (3) la velocidad de generación de ATP a partir de ácidos grasos derivados del tejido graso es más lenta que la de utilizar glucosa de la sangre como combustible. Los autores tienen la hipótesis de que las desventajas asociadas con la utilización de ácidos grasos como combustible ha generado una presión evolutiva que favorece la oxidación de la glucosa en el cerebro.
¿Por qué el metabolismo cerebral no favorece la quema de ácidos grasos para proporcionar energía? Reflexiones sobre las desventajas de la utilización de ácidos grasos libres como combustible para el cerebro.
Schönfeld, P. et al.